Leonid Rogozov, el médico que se salvó la vida a sí mismo.
Esta entrada es impactante y brutal. Y no por lo curioso, que también, sino sobretodo por el comportamiento de su protagonista.
Se trata de un médico ruso que se tuvo que operar a sí mismo. Como lo lees, se abrió a sí mismo. Pero mejor sigue leyendo más abajo.
Pues bueno, estamos hablando de Leonid Rogozov, un médico ruso que se unió a una expedición a la Antártida en 1960, donde estuvo trabajando hasta 1962 junto a un equipo de 13 personas.
El 29 de abril de 1961, Rogozov empezó a tener un malestar general acompañado de náuseas y otros síntomas. Al cabo de las horas, notó un fuerte dolor en la parte baja del abdomen. Teniendo en cuenta estos rasgos, y ya que no había más médicos en el equipo, Leonid Rogozov se autodiagnosticó peritonitis, esto es, una fuerte inflamación en el peritoneo.
Debido a que se encontraban a más de 3700 kilómetros de la base rusa más cercana y a la gravedad de la enfermedad, Leonid Rogozov no tuvo más opción que operarse a sí mismo.
El 30 de abril, a las 22:00 horas comenzó la operación. En ella, con la ayuda de un conductor de tractores y de un meteorólogo que se ocupaban de darle los instrumentos y de sujetarle un pequeño espejo para que pudiera ver bien lo que hacía (curioso equipo de enfermería), Rogozov realizó una incisión de 12 centímetros en la zona baja del abdomen.
Ya que, además de fiebre y un tremendo malestar, el pobre hombre comenzaba a tener grandes bajones de energía, tuvo que hacer varios parones durante la intervención.
Cinco días después de la operación, Rogozov recuperó su temperatura normal, y siete días depués se retiraron los puntos. A las dos semanas de la operación, Leonid Rogozov volvió a sus labores normales. Estaba totalmente recuperado.
Fue galardonado con el Orden de la Bandera Roja del Trabajo.
Sinceramente, yo no habría sido capaz de hacerlo, por muy médico que fuera. Por buscarle algo bueno a la enfermedad, menos mal que le ocurrió a él, ya que tuvo lo que hay que tener para curarse.
(Esta entrada me recuerda a la del Hombre que le ganó al Everest),
¿Y tú, serías capaz de auto-operarte?
Un saludo,
EduPE.
Leonid Rogozov |
Se trata de un médico ruso que se tuvo que operar a sí mismo. Como lo lees, se abrió a sí mismo. Pero mejor sigue leyendo más abajo.
Pues bueno, estamos hablando de Leonid Rogozov, un médico ruso que se unió a una expedición a la Antártida en 1960, donde estuvo trabajando hasta 1962 junto a un equipo de 13 personas.
El 29 de abril de 1961, Rogozov empezó a tener un malestar general acompañado de náuseas y otros síntomas. Al cabo de las horas, notó un fuerte dolor en la parte baja del abdomen. Teniendo en cuenta estos rasgos, y ya que no había más médicos en el equipo, Leonid Rogozov se autodiagnosticó peritonitis, esto es, una fuerte inflamación en el peritoneo.
Mirando a través del espejo. |
El 30 de abril, a las 22:00 horas comenzó la operación. En ella, con la ayuda de un conductor de tractores y de un meteorólogo que se ocupaban de darle los instrumentos y de sujetarle un pequeño espejo para que pudiera ver bien lo que hacía (curioso equipo de enfermería), Rogozov realizó una incisión de 12 centímetros en la zona baja del abdomen.
En plena intervención. |
Ya que, además de fiebre y un tremendo malestar, el pobre hombre comenzaba a tener grandes bajones de energía, tuvo que hacer varios parones durante la intervención.
Cinco días después de la operación, Rogozov recuperó su temperatura normal, y siete días depués se retiraron los puntos. A las dos semanas de la operación, Leonid Rogozov volvió a sus labores normales. Estaba totalmente recuperado.
Fue galardonado con el Orden de la Bandera Roja del Trabajo.
Sinceramente, yo no habría sido capaz de hacerlo, por muy médico que fuera. Por buscarle algo bueno a la enfermedad, menos mal que le ocurrió a él, ya que tuvo lo que hay que tener para curarse.
(Esta entrada me recuerda a la del Hombre que le ganó al Everest),
¿Y tú, serías capaz de auto-operarte?
Un saludo,
EduPE.
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