Alan Smithee, el gran director de cine que nunca existió.
El protagonista de este post es graciosísimo. Si has leído más de una entrada de este blog, te habrás dado cuenta de que hay pollos que viven sin cabeza, señores que se parecen extrañamente a personajes de ficción, e incluso gente con profesiones más cerca de la muerte que de la vida, así que lo que vas a leer a continuación casa perfectamente con la temática de UnEduEstuvoAquí.
¿Quieres conocer a Alan Smithee, el hombre que firma muchas obras cinematográficas, pero que no ha existido nunca? No tienes más que seguir leyendo.
En 1967, durante la filmación del western "Death of a Gunfighter", sus directores, Robert Totten y Don Siegel tuvieron una serie de problemas, relacionados con la poca "libertad artística" con la que contaron a la hora de crear el film, por lo que decidieron que sus nombres no aparecieran en los créditos del producto final. De este modo, ya que toda película tiene que estar dirigida por alguien, decidieron atribuir su autoría a Alan Smithee.
Alan, como puedes imaginar, no existía. De hecho, su nombre hace alusión a "The Alias Men", que se traduciría como "Los Hombres que usan Alias", y su uso se convirtió en un recurso muy utilizado por esos creadores que decidían, por el motivo que fuese, renegar de sus obras.
Por si fuera poco, en 1968, el Sindicato de directores de Estados Unidos acuñó oficialmente a Alan Smithee, para dar voz a los directores que no estuvieran de acuerdo con el producto final. Smithee estuvo firmando películas de manera oficial hasta el año 2000, que fue cuando "lo retiraron".
Un detalle que llama la atención sobre el uso de Alan Smithee es que los directores, al atribuir a este personaje ficticio sus creaciones, se comprometían a no especificar las causas que lo empujaban a ello, quedando la figura del hombre inventado como una señal de que habían existido discrepancias, pero no cuáles habían sido exactamente. Incluso autores como David Lynch y Jud Taylor ha recurrido también al querido Smithee.
Aunque pueda parecer que si vemos a Alan Smithee firmando una película, ésta automáticamente va a ser mala, no tiene por qué. El uso de este recurso no era determinado por la calidad final de la película, sino que más bien respondía a directores que sentían que no habían sido respetados o tratados como merecían durante el rodaje, siendo "la poca liberad creativa" o "las discrepancias con las productoras" las causas más probables de su uso.
Me ha llamado especial atención el caso de American History X, ese peliculón de 1998, protagonizado por Edward Norton, en el que se narra magistralmente la vida de un joven neonazi (y hasta aquí puedo leer para evitar spoilers). La calidad de esta película es indudable, por lo que el uso de Alan Smithee sería impensable, ¿no?
Pues bien, su director, Tony Kaye, fue ninguneado por el famoso Edward Norton, queriendo incluso montar él mismo la película. Esto hizo que Kaye dejara el rodaje, y que la aparición estelar de Alan Smithee estuviera a punto de hacerse realidad. Al final, Tony Kaye firmó como propia la obra. Bien por él.
No sé si conocíais al prolífico Alan Smithee, pero yo desde luego que no. En cuanto he leído su "vida", he notado que había un hueco en este blog para él.
Saludos!
EduPE.
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