La niña y el buitre, la verdadera historia de una foto que conmocionó al mundo.
La entrada de hoy parece una novela negra. Trata sobre una fotografía, como sabéis que a mí me gusta. No voy a dar mucha información aquí, así que os "obligo" a seguir leyendo, con la advertencia de que da bastante que pensar.
¡Al lío!
Año 1993, Kevin Carter, fotógrafo sudafricano destinado en África para demostrar al mundo con sus fotografías los estragos que la guerra estaba dejando en la población. Una tremenda hambruna, muerte, enfermedades y llantos eran todo lo que los sensores de las cámaras fotográficas podían retratar en aquellos días.
Uno de los días que estaba allí trabajando, Carter apretó su disparador tomando la siguiente fotografía:
La imagen fue publicada en el New York Times, siendo la diana para una brutalidad de críticas que no dejaban títere con cabeza. Entre otras cosas, llegaron a referirse a Kevin Carter como "segundo buitre", pues no había hecho nada para ayudar a la niña que en la foto moría desnutrida, bajo la mirada de un buitre que la esperaba. Lo acusaban casi de asesino, pues esa niña habría muerto por su culpa.
De todos modos, al año siguiente, esa instantánea se erigió con el premio Pulitzer, el premio más ansiado por cualquier fotógrafo a nivel internacional. Ese mismo año, Kevin Carter se suicidó.
Inmediatamente, los "entendidos" (que generalmente son los que menos entienden) empezaron con sus teorías conspiranoicas en las que decían que Carter se había quitado la vida porque no podía soportar la carga de conciencia tras la muerte de la niña. De hecho, es lo que yo mismo pensaba antes de investigar un poco.
Pero una fotografía no es lo que muestra, sino el contexto que no enseña.
La realidad de todo esto es muy diferente.
- Para empezar, la figura protagonista de la imagen es un niño, no una niña, como todo el mundo decía.
- También, después de investigaciones y mil y un vistazos a la foto, se ve (cuando se mira en HD) que el niño tiene una pulsera. Esa pulsera era la que les ponían a las personas que estaban siendo atendidas por el Feed Center de la ONU, es decir, que el niño estaba siendo alimentado por los cooperantes internacionales.
- Aunque parezca desvanecido, sola y al borde de la muerte, no es así. Resulta que se encontraba defecando. La aparente soledad se debe a que les decían que fueran a un sitio un poco apartado a hacer sus necesidades.
- De hecho, existe otra foto inmediatamente posterior, tomada por un fotógrafo español que también se encontraba allí, en la que el niño no presenta ese aspecto famélico que tantas críticas suscitó en su momento:
- Por otra parte, amigos del fotógrafo desmienten que Carter se quitara la vida por ese hecho, pues él mismo sabía en qué circunstancias había sido apretado el disparador, pero nunca se le escuchó.
- Para terminar, decir que el niño no murió en ese momento. De hecho, hace unos años, un grupo de periodistas dio con su aldea, y allí le indicaron cómo encontrar a su padre. Éste, al ver la fotografía, supo perfectamente a qué se referían. Y dijo que su hijo había muerto hacía unos 4 años por "fiebres".
No voy a añadir nada más, porque va a quedar la entrada demasiado larga, pero espero que quede claro lo desafortunado y desagradable que puede resultar opinar sin saber.
Un saludo,
EduPE.
Kevin Carter 1960 - 1994. |
Año 1993, Kevin Carter, fotógrafo sudafricano destinado en África para demostrar al mundo con sus fotografías los estragos que la guerra estaba dejando en la población. Una tremenda hambruna, muerte, enfermedades y llantos eran todo lo que los sensores de las cámaras fotográficas podían retratar en aquellos días.
Uno de los días que estaba allí trabajando, Carter apretó su disparador tomando la siguiente fotografía:
(Si te gustan las entradas sobre fotografía, visita esta entrada y esta otra). |
La imagen fue publicada en el New York Times, siendo la diana para una brutalidad de críticas que no dejaban títere con cabeza. Entre otras cosas, llegaron a referirse a Kevin Carter como "segundo buitre", pues no había hecho nada para ayudar a la niña que en la foto moría desnutrida, bajo la mirada de un buitre que la esperaba. Lo acusaban casi de asesino, pues esa niña habría muerto por su culpa.
De todos modos, al año siguiente, esa instantánea se erigió con el premio Pulitzer, el premio más ansiado por cualquier fotógrafo a nivel internacional. Ese mismo año, Kevin Carter se suicidó.
Inmediatamente, los "entendidos" (que generalmente son los que menos entienden) empezaron con sus teorías conspiranoicas en las que decían que Carter se había quitado la vida porque no podía soportar la carga de conciencia tras la muerte de la niña. De hecho, es lo que yo mismo pensaba antes de investigar un poco.
Pero una fotografía no es lo que muestra, sino el contexto que no enseña.
La realidad de todo esto es muy diferente.
- Para empezar, la figura protagonista de la imagen es un niño, no una niña, como todo el mundo decía.
- También, después de investigaciones y mil y un vistazos a la foto, se ve (cuando se mira en HD) que el niño tiene una pulsera. Esa pulsera era la que les ponían a las personas que estaban siendo atendidas por el Feed Center de la ONU, es decir, que el niño estaba siendo alimentado por los cooperantes internacionales.
- Aunque parezca desvanecido, sola y al borde de la muerte, no es así. Resulta que se encontraba defecando. La aparente soledad se debe a que les decían que fueran a un sitio un poco apartado a hacer sus necesidades.
- De hecho, existe otra foto inmediatamente posterior, tomada por un fotógrafo español que también se encontraba allí, en la que el niño no presenta ese aspecto famélico que tantas críticas suscitó en su momento:
- Para terminar, decir que el niño no murió en ese momento. De hecho, hace unos años, un grupo de periodistas dio con su aldea, y allí le indicaron cómo encontrar a su padre. Éste, al ver la fotografía, supo perfectamente a qué se referían. Y dijo que su hijo había muerto hacía unos 4 años por "fiebres".
No voy a añadir nada más, porque va a quedar la entrada demasiado larga, pero espero que quede claro lo desafortunado y desagradable que puede resultar opinar sin saber.
Un saludo,
EduPE.
Excelente ejemplo de como es posible caer en el engaño de que nuestro ojos vean cosas donde no las hay
ResponderEliminarExactamente. Eso de que una imagen vale más que mil palabras es una afirmación a poner en cuarentena. Un saludo Alejandra, y gracias por comentar :)
EliminarLo compartí en facebook, busqué por todas partes el botón para compartir, pero bueno copié la url, saludos
EliminarMuchas gracias! No sabes qué ilusión me hace que haya quien se interese por lo que escribo por aquí.
EliminarPd.: Nota mental, "poner un botón de compartir en Facebook".
Un saludo :)